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OFTALMOLOGIA INFANTIL (II)

OFTALMOLOGIA INFANTIL (II)
01/02/2018

AMBLIOPÍA, OJO VAGO

Entre el 2% y el 4% de la población infantil desarrollará ambliopía (ojo vago). es la causa más frecuente de baja visión en la infancia.

Se consigue una correcta visión binocular cuando el individuo ve los objetos del espacio con los dos ojos,  fusionando ambas imágenes a nivel cerebral. Para esto debe existir un equilibrio  perfecto entre el sistema sensorial y motor, de manera que las imágenes percibidas con cada ojo sean semejantes.

El ojo vago, amblíope o gandul es aquel que no se ha desarrollado normalmente durante la infancia y como consecuencia, tiene  peor visión que el otro ojo, aún con la corrección óptica adecuada.

Aunque se ha demostrado que el estrabismo es un factor causal importante, cualquier causa que perturbe la buena percepción de la imagen en un ojo puede provocar un ojo vago. Entre estas causas está la presencia de cataratas congénitas, el glaucoma congénito o, más frecuentemente, los defectos de refracción como la hipermetropía, la miopía y el astigmatismo. Los defectos refractivos más ambliopizantes son la hipermetropía, el astigmatismo hipermetrópico y las anisometrías  (diferencias refractivas importantes entre los ojos).

Si existe un ojo desviado o estrábico, la superposición  de aquellas dos imágenes distintas crearía  una confusión no tolerable para el cortex cerebral. Como mecanismo de defensa, y la dada la gran plasticidad neurológica infantil, se desarrolla el mecanismo denominado "supresión" de la imagen procedente del ojo más defectuoso, bien porque es el que habitualmente  tuerce o bien por ser el que mayor defecto óptico tiene y por ello la imagen procedente del mismo es la más defectuosa.

Este mecanismo es el responsable  del ojo vago o amblíope.

Si no se trata precozmente, a partir de los 8 años de edad las posibilidades de recuperación son muy escasas, dando lugar a un irreversible defecto visual.

El tratamiento del ojo vago va encaminado a luchar contra este mecanismo de supresión, mediante tratamientos oclusivos del ojo sano que fuerzan la abolición de este mecanismo de defensa neurológico. Cuanto más se tarde en instaurar estas medidas terapéuticas, más largo tendrá que ser el tratamiento con resultados más lentos y/o parciales.

La ambliopía sólo puede ser tratada antes de los 8 años de edad. Será muy importante hacer un diagnóstico precoz del estrabismo para poder, tras una exploración oftalmológica completa, instaurar el tratamiento adecuado en cada caso: corrección óptica con gafas, oclusiones, inyección de toxina botulínica, cirugía, ejercicios de rehabilitación visual...Haciendo un tratamiento individualizado para cada paciente.

Aún más importante si cabe, es el diagnóstico precoz del ojo vago no asociado a estrabismo, que con más facilidad puede pasar desapercibido por la familia y entorno escolar pues el niño se desenvuelve con total normalidad. Para ello una primera revisión oftalmológica precoz, detectaría este defecto y se dispondría de tiempo suficiente hasta el pleno desarrollo visual, para tratarlo y corregirlo.

Tipos de ambliopía

Existen tres tipos fundamentales  de ambliopía, según la causa que la produce. Son las siguientes:

  • Ambliopía refractiva. Originada por un error refractivo alto en ambos ojos (isometrópica), o una diferencia significativa entre el error en un ojo y en el otro (anisometrópica).
  • Ambliopía estrábica. Causada por una desviación de uno o ambos ojos y las adaptaciones sensoriales consiguientes al estrabismo (supresión y correspondencia anómala).
  • Ambliopía por deprivación de forma. Cualquier otra causa que provoque una imagen deficiente en la retina (cataratas congénitas, obstáculos en el camino de la luz hacia la pupila, etc.).

Alteraciones visuales en la ambliopía

  • Agudeza visual y Sensibilidad al contraste (SC) reducida.
  • Acomodación (capacidad de enfoque) reducida, imprecisa e inestable.
  • Movimientos oculares anómalos.
  • Localización espacial imprecisa con incertidumbre espacial y distorsiones.
  • Efecto de amontonamiento. Normalmente está relacionado con la fijación inestable, en la cual el ojo refija continuamente de una letra a otra.
  • Percepción de la profundidad reducida. Disminución o pérdida de estereopsis.
  • Afectación en el rendimiento de la lectura monocular y binocular en niños con ambliopía microestrábica (pequeño ángulo). Menos velocidad de lectura.
  • Afectación de las tareas visuomotoras secundarias a la alteración visuoespacial.

De la observación de esta lista podemos comprobar cómo hay varios aspectos que pueden afectar directamente al aprendizaje, haciéndolo menos  eficiente debido a las alteraciones visuales. Recordemos que el proceso de aprendizaje viene fundamentalmente guiado por la visión a través de la lecto-escritura. Por ello, en el caso de los niños, la resolución del problema lo antes posible cobra una importancia especial. Actuando a tiempo, el problema visual dejará de ser una barrera para el completo desarrollo de su potencial real, y más adelante llegarán a la juventud adulta en perfectas condiciones visuales  para continuar si proceso de educación y elegir cualquier profesión, por exigente que sea desde el punto de vista visual o educativo.

TRATAMIENTO DE LA AMBLIOPÍA/OJOVAGO

El tratamiento más indicado es la terapia visual, con independencia de la edad y grado de ambliopía. Previamente hay que eliminar o corregir la causa que ha provocado su aparición (factor ambliogénico). En particular, normalmente los ojos amblíopes necesitan corrección óptica. Una vez realizada la corrección del factor ambliogénico correspondiente,  se procederá a realizar un programa de terapia pasiva penalizando al ojo sano mediante oclusiones parciales, así como la estimulación activa del ojo amblíope mediante eercicios diarios orientados a fortalecer las habilidades visuales disminuidas (motilidad ocular, acomodación, localización espacial, agudeza visual, etc.)

La fórmula que ofrece mejor resultado y con mayor rapidez es la oclusión del ojo sano con un parche durante un periodo de tiempo que dependerá del grado de ambliopía y de la edad del niño.

Existen otros métodos de penalización del ojo sano, como la utilización de colirio dilatados para provocar visión borrosa en el ojo sano o la prescripción de gafas con graduación no necesaria en el ojo bueno.


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